Un cierre claro no siempre es posible
Las rupturas son especialmente difíciles de superar si el final ha quedado abierto y no ha sido posible un diálogo clarificador y definitivo. De alguna manera, uno sigue atascado en los malentendidos, quiere aclarar cuestiones no resueltas y las viejas discusiones dan vueltas en la cabeza. Pero, al mismo tiempo, es precisamente esta falta de entendimiento lo que lleva a la ruptura de una pareja. Así que también es en cierto modo lógico que no se pueda llegar a una conclusión clarificadora.
¿Cómo salir de semejante dilema para poder aceptar la situación por uno mismo?
“El cierre no existe”
Cuando escuché esta frase por primera vez, me di cuenta de repente de algunas cosas. Durante mucho tiempo pensé que siempre deberíamos buscar un diálogo clarificador para poder trazar una línea divisoria en una situación. Por supuesto, porque la comprensión mutua trae la paz. Los frentes están claros. El problema de esta situación es que nunca depende sólo de mí.Si espero una conclusión clarificadora, siempre pongo parte de mi paz potencial en manos de la otra persona: ¿Entenderá lo que intento explicarle tal y como lo quiero decir? ¿Me dará un punto de vista que yo pueda entender?
Buscar un cierre puede ser más perjudicial que beneficioso
Con la esperanza de encontrar un denominador común, podemos agobiarnos a nosotros mismos y a la otra persona una y otra vez. Puede que ambos ya tienen claro que la relación se ha acabado. Pero no se ponen de acuerdo en el por qué y siguen hablando de los mismos temas una y otra vez. Eso también es hiriente.
Muchas veces una ruptura suele venir sólo de una persona. A pesar de haber dado sus explicaciones, la otra persona no entiende por qué y necesita más. Las razones dadas por la pareja pueden no tener sentido para él o ella. Tiene una opinión diferente. Así que se aferra a la necesidad de entender y ser escuchado. Es comprensible, le han quitado algo importante y no puede deshacerlo. Al mismo tiempo, una separación no puede depender de que ambas partes estén de acuerdo. Eso obligaría a la otra persona a quedarse, a pesar de que quiere irse.
Por tanto, la exigencia de una explicación "mejor" es también una carga para ambos.
Encontrar un final para uno mismo
A menudo es más justo para ti mismo y para tu ex pareja encontrar tu cierre en ti mismo. Esto significa aceptar que no puedes ni tienes por qué entenderlo todo. Es inevitable que dos personas vivan la misma relación de forma diferente y tengan motivos distintos para romper.
Encontrar un cierre para ti mismo significa aceptar que no puedes tener un control absoluto sobre la situación. Al fin y al cabo, no tienes control sobre la otra persona y sólo vuelves a ti mismo cuando dejas ir la situación.
Encontrar una conclusión
Puede ser útil encontrar una frase o un mantra que te digas a ti mismo una y otra vez para interiorizar una conclusión.
Por ejemplo:
"Mi novia rompió conmigo porque necesitaba un cambio".
"No entiendo lo que ha pasado, porque no es fácil comprender del todo a la otra persona. Aceptar y respetar su decisión también es dar amor".
"Estoy enfadado y decepcionado por tu decisión, pero no puedo cambiarla".
En el asesoramiento también puedes elaborar esas frases con más precisión. Siempre se trata de sacar algo en claro de la experiencia y ser respetuoso con ambas partes.
No es fácil dar este paso, y por eso muchas personas buscan asesoramiento tras una separación para entenderse mejor a sí mismas y a la situación. El asesoramiento puede ayudarte a encontrar un sentido para ti mismo, aceptar la experiencia y volver a mirar hacia delante.