Glücklich in der Beziehung

¿Qué hace que una relación sea feliz?

Cuando pienso en una relación feliz, rápidamente pienso en felicidad, alegría y ligereza. A veces estás feliz y a veces no. La alegría va y viene y las cosas no siempre son ligeras. Por eso no me gusta la idea de una relación feliz. Crea demasiadas expectativas, sobre cosas que no podemos controlar.

Prefiero pensar en una relación sana. Eso me lleva a pensar en salud. Salud también puede tener que ver con la felicidad, pero implica más que nada responsabilidad personal. Cuando pienso en un cuerpo sano, sé que este requiere una dieta sana, cuidado personal o actividad física. En otras palabras, pienso en lo que puedo contribuir a mi propia salud.

Cuando te preguntan sobre la salud de tu relación, ¿cómo la describirías?

Si alguien te pregunta si eres feliz en tu relación, sólo puedes responder SÍ o NO. Y si respondes honestamente NO, es otra cuestión.

Si alguien te pregunta por la salud de tu relación, te vienen ideas muy distintas, ¿verdad?:

  • ¿Qué funciona bien, qué no funciona tan bien?
  • ¿Dónde duele?
  • ¿Hay algún dolor que llevas arrastrando desde hace mucho tiempo?

Como el dolor de rodilla por el que nunca vas al médico. Te acostumbras, pero no mejora.

  • ¿Qué tal vez se hizo crónico?
  • ¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿En qué puedes confiar?
 

Una relación necesita cuidados

Seguro que ya has oído o leído esto muchas veces. Pero siempre es importante recordarlo. Hay pocas cosas de las que tengamos tantas expectativas como de nuestra pareja. En mi trabajo veo muy seguido, que las expectativas son altas. La pareja debe conocerte y comprenderte y estar siempre ahí cuando los necesites. Es una tarea compleja.

Si asumes que tu relación necesita cuidados porque su estado de salud no viene dado por la naturaleza (o el amor), es más probable que te plantees la pregunta: "¿A qué debo prestar atención para que esta relación funcione?"

Así estás menos a la expectativa y más contigo. Tu pareja obviamente debería hacer lo mismo. Como si fueran dos jardineros en un jardín compartido.

3 de las formas más importantes de gestión de las relaciones

  1. Comunicación y escucha

Se comunican abierta y honestamente y conocen sus expectativas, necesidades y límites. Éstos también pueden cambiar. Por eso es importante que la comunicación sea una constante y que no den por sentado que ya saben exactamente lo que la otra persona piensa sobre algo. Se trata de evitar malentendidos aclarando una y otra vez lo que la otra persona piensa y siente sobre una situación. Es importante que haya un interés sincero. De verdad quieres entender.

 

  1. Practicar la confianza y el respeto

A largo plazo, estos dos valores son más importantes en una relación que el amor y la pasión. Practicarlos también significa hacerse la pregunta una y otra vez: ¿He sido respetuosa? ¿Cómo está mi confianza en este momento? En momentos críticos, de discusión es común que ambos o uno de los dos se ponen a la defensiva. Se olvidan que es tu pareja quien está al frente. Eso puede pasar por justas razones, pero muchas veces es un mecanismo defensivo y debes recordar que puedes confiar.

  1. Asumir la responsabilidad personal

Cuidar de uno mismo y de su propio jardín es, sin duda, la base de cualquier relación. Primero practica contigo mismo, por así decirlo.

  • En tu relación contigo mismo, ¿cómo te hablas?
  • ¿Cómo te manejas en situaciones difíciles?
  • ¿Qué esperas de ti?

Ayuda mucho si, con el tiempo, puedes reconocer mejor qué dolores, miedos o decepciones tienen más que ver contigo que con tu pareja.

El cuidado de la relación es un gran tema

Podría profundizar mucho más en cada uno de estos tres puntos, y lo haré con el tiempo. Así que permanece atento si quieres conocer más.

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