Los desafíos ayudan a fortalecer la comunicación
Ya he escrito mucho sobre los retos a los que se enfrentan las parejas binacionales,especialmente en lo que se refiere a la comunicación. Pero no quiero dejar de lado los puntos fuertes. Según mi experiencia, se suele dar un proceso interesante en el que las dificultades iniciales conducen a que la comunicación desarrolle una fortaleza particular en muchas de estas relaciones, precisamente por ser tan desafiantes.
Las parejas de diferentes culturas aportan una diversidad particular de experiencias y perspectivas a su relación. Es muy enriquecedor aprender a aprovecharla.
Dificultades iniciales en la comunicación
- Diferencias culturales: Cada cultura tiene sus propios estilos, normas y valores de comunicación. Especialmente al principio de la relación, suele producirse el llamado choque cultural. Lo que se considera educado en una cultura puede percibirse como descortés o inapropiado en otra. Los malentendidos que surgen pueden chocar a la pareja en el sentido más estricto de la palabra. Nunca se habrían esperado algo así.
- Barreras lingüísticas: A menudo, los miembros de una relación binacional no hablan el mismo idioma con fluidez. Pueden surgir malentendidos cuando las palabras no se traducen con precisión o cuando se pierden matices del idioma. No poder explicar algo a tu pareja en tu propio idioma puede ser muy frustrante. Tampoco siempre encontramos traducidos determinados contenidos, libros o letras de canciones que nos gustaría compartir con nuestra pareja.
- Diferentes formas de expresar las emociones: En algunas culturas se valora la expresión abierta de las emociones, mientras que en otras se favorece la contención. Esto puede llevar a la pareja a malinterpretar los sentimientos del otro.
- Prejuicios y estereotipos: Los prejuicios sobre la cultura de la pareja pueden sesgar la comunicación. Estos prejuicios o estereotipos suelen ser inconscientes. Pueden llevarnos a herir a nuestra pareja o a no tomarla en serio en ciertos aspectos.
- Expectativas de la relación: Las diferentes percepciones de las funciones y responsabilidades en la relación pueden provocar conflictos. Estas expectativas deben discutirse abiertamente para evitar malentendidos.
Cómo se desarrolla la comunicación en el mejor de los casos
A pesar de las dificultades mencionadas anteriormente, también hay muchos puntos fuertes que las parejas binacionales pueden desarrollar en su comunicación. Estos puntos fuertes suelen ser el resultado de esfuerzos activos para superar los malentendidos y fortalecer la relación.
- Empatía y comprensiónLas parejas binacionales suelen estar más obligadas a ponerse en la perspectiva de su pareja y a hablar más. Esto fomenta una comprensión más profunda del otro y puede reforzar la conexión emocional.
- Creatividad en la comunicación: Para superar las barreras lingüísticas, estas parejas suelen desarrollar formas creativas de expresarse. Esto puede dar lugar a nuevas formas de comunicación que enriquecen la relación.
- Apertura y flexibilidad: Las parejas binacionales suelen estar más abiertas a nuevas perspectivas. Experimentan repetidamente cómo se pueden hacer las cosas de otra manera y adquieren así una nueva perspectiva de los problemas en general. También están más dispuestas a leer una guía o acudir a un consejero.
- Habilidades de resolución de problemas: Enfrentarse constantemente a retos de comunicación mejora las habilidades de resolución de problemas. Se vuelven más conscientes de las formas eficaces de comunicarse. Las parejas aprenden a abordar los conflictos de forma constructiva, lo que refuerza su relación en general.
- Mayor intimidad emocional: El reto de la comunicación es un reto compartido que sólo pueden resolver juntos. Al trabajar juntos desde el principio, las parejas binacionales suelen desarrollar una intimidad emocional más profunda. Aprenden lo importante que es comunicar claramente sus necesidades y deseos.
La comunicación es un proceso continuo
Los retos que superan las parejas binacionales son un ejemplo muy vívido en este sentido. Se trata de hacer preguntas con curiosidad y apertura y de querer comprender. Es un proceso que requiere reciprocidad y promueve no sólo el crecimiento mutuo, sino también el personal.