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La terapia narrativa y el diálogo colaborativo
No llevamos una conversación cotidiana
Dirigir una conversación es un factor central en la consulta online. Hay diferentes enfoques sobre cómo llevar a cabo una conversación de asesoramiento o coaching. El enfoque determina lo que es importante durante la conversación. Dependiendo del enfoque, la conversación sigue diferentes principios y técnicas. Como cliente, tú determinas el contenido de la conversación; como asesora, yo soy responsable de sostener una dirección.
¿Qué significa narrativa?
Narrativo significa algo así como "contar" o "narrar". La narrativa es la historia y cómo es contada. Es decir, en nuestras conversaciones me centro mucho en CÓMO cuentas tu situación y veo cada descripción de la situación como una "historia". Por ejemplo: ¿Cómo cuentas la historia de tu relación? ¿O tu experiencia de vivir en otro país?
Dependiendo de las historias que te cuentes, te limitarás o te permitirás ver nuevas posibilidades. Como oyente externo, me resulta más fácil reconocer la diferencia y sugerir relatos alternativos. Podemos contar historias diferentes sobre la misma situación.
En las relaciones de pareja, es interesante descubrir qué historia cuenta cada uno sobre la misma situación. Muchos de mis clientes se quedaron muy sorprendidos cuando se dieron cuenta de verdad se encontraron en diferentes "películas" viviendo la misma situación.
¿Cómo es una conversación colaborativa?
Colaboración significa trabajar juntos. En mi caso significa que no intento de jalar ni empujarte, quiero caminar contigo y pensar contigo.
Te considero un/a invitado/a en mi consulta y quiero recibirte como tal. Pero también me veo como un invitado en tu historia, que compartes conmigo. El objetivo es mantener una conversación especialmente respetuosa y honesta.
Como consultora colaborativa, mi papel en la conversación es crear un diálogo que genera nuevas ideas y posibilidades. Para ello, formulo preguntas concretas que fomentan la reflexión y la reconsideración. En la vida cotidiana, a menudo damos vueltas en círculos con nuestras suposiciones y también en las conversaciones con los demás. El diálogo colaborativo pretende abrir el círculo.
¿Por qué elegí este enfoque?
Tanto el enfoque narrativo (según White y Epston) como el enfoque colaborativo (según Anderson y Goolishian) se han desarrollado a partir de la terapia familiar sistémica.
Me especialicé en estos métodos porque trabajé como terapeuta familiar durante mucho tiempo y mis clientes a menudo no querían recibir terapia, sino un/a juez/a la prescribía.
Tanto el enfoque narrativo como el colaborativo son métodos orientados hacia la exploración de recursos y soluciones. Esto significa que no nos centramos tanto en lo que fue mal en el pasado, sino más bien en lo que puedes hacer, lo que ya has conseguido y lo que esperas conseguir. Tus necesidades y preguntas actuales están en el centro de la atención.
Estas formas de dirigir la conversación me ayudaron mucho en el acompañamiento familiar, porque los miembros de la familia se sintieron escuchados y comprendidos y pudieron abandonar la idea de que tenían que ir a terapia porque algo iba mal con ellos.
¿Cómo funciona una sesión con enfoque narrativo y colaborativo?
Suelo empezar con la pregunta: "¿Cómo te sientes hoy y de qué deberíamos hablar para que esta conversación será útil para ti?"
Mi objetivo con esta pregunta es, que vuelves al momento presente y revisas, con todo lo que está pasando por tu menta ahora, que es realmente lo más relevante. ¿Qué buscas? ¿Qué necesitas?
Puedes contarme todo lo que consideres importante. Escucho y tomo algunas notas. Luego repito lo que he entendido, comparto las impresiones que he obtenido y hago preguntas para ayudar a ampliar el relato.
Mucha gente me pregunta si también doy “feedback” o consejos
En un sentido de transparencia, a mí me gusta compartir ideas y hago sugerencias que me llegan sobre tu situación. Se pueden interpretar como "feedback" o consejos. Sin embargo, prefiero que las entiendas como sugerencias o posibilidades. Puedes aceptarlas o dejarlas.
Si lo que comento respecto a tu situación no te agrada, puedes decírmelo. Discutiremos tus dudas. Al mismo tiempo es parte del proceso también, ver o hacer las cosas de otra manera. Así que intenta permanecer abierto a nuevas ideas.
Estoy abierta a tus preguntas
Si tiene más preguntas sobre mis métodos y mi forma de trabajar, reserve una primera consulta gratuita. Nos tomaremos 15 minutos durante una videoconferencia por Zoom para conocernos sin ningún compromiso.
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Coaching sistémico
Siempre formas parte de un sistema
En el coaching sistémico, no eres visto únicamente como individuo con una historia y personalidad, sino como parte de un sistema o más bien dicho, de muchos sistemas entrelazados.
Un sistema clásico es, por ejemplo, la familia, donde eres la hija o el hijo, pareja/cónyuge, madre o padre. Fuera de la familia, te mueves en otros sistemas. En el trabajo, hay una cierta jerarquía y eres jefe/a o empleado/a.
¿Cómo puede aportar la perspectiva sistémica en tu situación?
Según la situación o el sistema, a menudo eres una persona completamente diferente. En casa, como madre/padre, tienes un papel diferente que en el trabajo como especialista para XY.
La visión sistémica es una visión dinámica. Esto significa que dependiendo de cómo tú te muevas, todos los demás también se mueven. No hay culpables ni víctimas, todos desempeñan un papel en la dinámica y contribuyen a mantenerla o pueden provocar un cambio.
Reconocerte como parte de un sistema te ayuda a comprenderte mejor a ti mismo/a y a tu entorno y a reconocer más fácilmente tus límites y posibilidades de acción.
¿Cómo procedo en el coaching sistémico?
Durante nuestras conversaciones, me vienen muchas veces imágenes de estructuras sobre las situaciones que describes. Estos comparto contigo al dibujarlas en la pizarra virtual. Con ellos pretendo, entre otros, representar relaciones y efectos. El objetivo es ilustrar la dinámica de la situación mirándola juntos desde fuera. También puedes guiarme, por ejemplo, si mis bocetos no te parecen adecuados. Tal vez veas la situación de otra manera y la estructuramos según tu punto de vista para luego mirarla juntos.
Sin embargo, el coaching sistémico no consiste sólo en pintar cuadros
Comprender una dinámica es un poco como reconocer la rueda de hámster en la que estás dando vueltas. Esto ayuda mucho a identificar patrones de conflictos o de comunicación. Por ejemplo, en las relaciones de pareja. Te permite diferenciar mejor entre tu campo de acción y el de la otra persona.
En la dinámica en la que te encuentras actualmente, ¿qué puedes hacer? ¿Sobre qué tienes control? ¿Sobre qué no tienes ningún control, pero intentas en vano cambiar las cosas? Para entender la dinámica, hago muchas preguntas, como:"¿Qué hace tu pareja cuando sacas este tema?", "¿Cómo reaccionan tus hijos cuando discuten?", "¿Qué diría tu pareja si acabara de oírnos?".
Es decir, siempre incluimos de alguna manera a los demás en el proceso.
También nos fijamos en patrones de relación y comunicación
¿Qué papel desempeñas en la relación de tus padres o con tu pareja? ¿Existen ciertos patrones? ¿Reglas, creencias y expectativas implícitas? ¿Te sientes visto, escuchado y comprendido? ¿O a veces sientes que no encajas?
Hablamos de situaciones actuales, pero también incluimos tu pasado, conociendo los sistemas de los que saliste para ver cómo afectan a tus relaciones actuales.
¿De dónde viene el coaching sistémico?
La base teórica del coaching sistémico y de la terapia familiar sistémica es la Teoría General de Sistemas de Ludwig von Bertalanffy. Proviene originalmente de la biología, pero puede aplicarse a todo tipo de relaciones.
A partir de los años 50, grupos de psicólogos y psiquiatras empezaron a incluir a miembros de la familia en el tratamiento terapéutico de sus pacientes y obtuvieron resultados muy distintos. La teoría de sistemas se convirtió en su base, de la que surgieron otras escuelas y métodos.
La terapia familiar sistémica es un método terapéutico reconocido en muchos países. En los últimos 20 años, otros métodos se han desarrollado a partir de ella. Por ejemplo: el coaching sistémico, la consultoría organizacional sistémica o el trabajo social sistémico.
Personalmente, entré en contacto por primera vez con este enfoque cuando realicé unas prácticas en una organización de protección infantil en Ecuador durante mis estudios. Los niños y niñas y sus familias siempre fueron vistos como parte de un sistema. No se trataba tanto de diagnosticarles y "corregirles", sino de comprender su situación y acompañarlos para procesar las experiencias en su sistema y probar nuevas alternativas.
¿Crees que la mirada sistémica de tu situación podría ayudarte?
No dudes en reservar una consulta inicial gratuita, durante la cual responderé a todas tus preguntas. Nos tomaremos 15 minutos durante una videoconferencia por Zoom para conocernos. A continuación, podrás decidir si deseas iniciar un proceso de coaching conmigo.
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Intervención en crisis
La intervención en crisis se aplica tras un acontecimiento concreto
La intervención en crisis es un procedimiento específicamente destinado a acompañar a personas frente a golpes graves del destino. Se entiende por situaciones de crisis todos aquellos momentos y experiencias que alteran el equilibrio de la vida cotidiana de una manera que provoca un nivel de sufrimiento particular. Por ejemplo: la pérdida de un ser querido, una separación o un divorcio, realizaciones perturbadoras (mentiras, traición, ...), diagnóstico de una enfermedad grave o catástrofes naturales que causan grandes pérdidas.
No podemos reparar lo ocurrido
La intervención en crisis no consiste en reparar o trivializar el acontecimiento. Al contrario, a menudo sólo a través de la intervención podemos comprender lo que realmente acaba de suceder. Es un proceso de acompañamiento en un momento emocionalmente difícil de la vida.
La crisis lleva a la desesperación y a los bloqueos. No sabes por dónde empezar ni cómo continuar. El acompañamiento está enfocado en ayudar a la persona afectada a pasar gradualmente de la impotencia al empoderamiento.
¿Cómo trabajo en intervención en crisis?
Hay distintos modelos de intervención y cada persona es diferente y necesita apoyo individual. Aquí describo pasos que se pueden encontrar en casi todos los modelos de intervención. No hay un marco temporal establecido. Se puede proceder como describo aquí, paso a paso en una sola sesión o a lo largo de varios meses. Lo ideal es que una intervención en crisis no dure demasiado. Primero nos centramos en lo que sucede en el momento presente para poder planificar después.
Catarsis: Paso 1 de la intervención en crisis
Al principio, se trata de hablar mucho y describir la situación desde tu punto de vista. ¿Qué ha ocurrido? ¿Cómo te sientes en este momento? ¿Qué ves desde tu perspectiva? ¿Cuáles son tus preocupaciones y temores? Compartir ayuda a repartir el peso de la situación. Entonces primero se trata de expresar lo todo para luego verlo más detenidamente.
Comprender lo que ha pasado
En el segundo paso, queremos definir qué ha pasado exactamente. Las situaciones de crisis a menudo te llevan a que te pierdes en los detalles o como dicen, a no ver el bosque por tantos árboles. Por eso es importante volver a una posición que nos permita dar un paso atrás y mirar la situación desde fuera. ¿Qué ha pasado realmente y qué es lo que quizás sólo está pasando en tu mente? ¿Qué tienes bajo control y qué no?
Apoyo emocional
Otra parte importante de la intervención en crisis es el apoyo emocional y darte herramientas para sostenerte y regularte emocionalmente. Pueden ser ejercicios de relajación, pero también nuevas ideas y pensamientos sobre tu situación, que primero discutimos y practicamos para que luego puedas aplicarlos en casa.
Incluir redes de apoyo
En momentos difíciles no deberías estar sola/o. Revisamos juntos con quién cuentas, quién está a tu lado y qué otros apoyos necesitas. Movilizaremos a tu entorno social si es necesario en tu situación.
La salida de la crisis
El último paso es desarrollar estrategias que te ayuden a encontrar una salida a la crisis. Esto implica tomar decisiones concretas y elegir procedimientos y estrategias de protección. En caso de separación, por ejemplo, suele ser una decisión importante evitar el contacto por un tiempo para prevenir una "recaída". Revisamos qué hay que hacer, cómo puedes apoyarte mental y emocionalmente para mantenerte fuerte y qué actividades alternativas puedes incorporar a tu vida cotidiana para seguir adelante.
Practicar y revisar si te funcionan las estrategias de enfrentamiento suele considerarse el sexto paso.
¿Aún tiene preguntas?
Entonces te invito a sacar una primera cita gratuita conmigo. Es una buena oportunidad para aclarar cualquier duda. En una reunión por Zoom de 15 minutos, describes brevemente tu situación y lo que esperas conseguir. Juntos aclararemos cuál sería un buen curso de acción en tu situación.
En crisis agudas con síntomas muy graves, como depresión profunda, ataques de pánico o pensamientos suicidas, se recomienda siempre acudir a la atención psicoterapéutica presencial.
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Mindfulness y autocompasión
Un método y una práctica de vida
Mindfulness o “conciencia plena” no es un método terapéutico o de coaching en sí mismo, sino un ejercicio cotidiano. Se trata de traer la mente al aquí y ahora y adoptar una posición de observación sin juzgar.
La autocompasión como método terapéutico es algo nuevo para muchas personas. Se trata de desarrollar una postura más amable hacia uno mismo, lo que también requiere atención plena.
Este enfoque fue desarrollado por primera vez por la doctora estadounidense Kristin Neff, y ha sido ampliamente investigado hasta la fecha. Más que todo como un método idóneo ante situaciones de ansiedad y depresión.
Mi conexión personal con la autocompasión
Personalmente, me convenció el principio de autocompasión cuando probé los distintos ejercicios conmigo misma. La primera vez que oí hablar de esta postura como procedimiento terapéutico fue en una capacitación. En este momento, me atrajo especialmente debido a mi situación de vida. Siendo madre soltera y trabajando independientemente, solía ser muy estricta conmigo misma.
Como mi propia jefa, las expectativas hacia mí misma eran muy altas. Me perseguía y me sentí perseguida al mismo tiempo y eso aumentó mi sensación de estrés y bloqueo, en vez de hacerme más productiva. Al darme cuenta de que soy mucho más productiva y auténtica cuando bajo la guardia y acepto mis imperfecciones, tuve mejores resultados tanto en casa como en el trabajo.
Llevo varios años aplicando este principio en mi consulta. La “autoestima” o relación con uno mismo es un tema relevante en casi todos mis clientes. Lo que es obvio, porque hemos surgido de una meritocracia y no hemos aprendido lo útil que puede ser, la autocompasión.
¿Cómo integro la autocompasión y la atención plena en mi asesoramiento?
Durante nuestras conversaciones, presto especial atención a cómo describes tu situación. Podemos elegir y discutir ciertos términos o expresiones que utilizas habitualmente. Tú simplemente fluyes en la conversación y describes tus preocupaciones con tus propias palabras. Esto revelará automáticamente cómo hablas de ti misma/o y qué partes (críticas, amistosas, despectivas, etc.) están más presentes.
Por ejemplo, escucho de mis clientes muchas veces algo como: "Aún no he conseguido nada de lo que me he propuesto", o "Soy demasiado vago, me falta disciplina, necesito organizarme mejor".
Queremos conocer tus diálogos internos
No se trata de corregir errores, al contrario, la idea es que practicas a mirarte desde afuera sin juzgar.
Así, con el tiempo, llegarás a decir algo como: "Vaya, hoy estoy pensando mucho, no puedo soltar este tema y estoy dando vueltas en círculos". o "Ahora mismo siento mucha rabia dentro de mí. ¿De dónde viene? ¿Qué puedo hacer con esta ira tan fuerte?".
Es decir, un paso importante es aprender a observarse a uno mismo y describir lo que ocurre en nuestro interior sin juzgarlo.
Comprender la autocompasión
La idea de tener más autocompasión suscita inicialmente dudas y preguntas en muchos de mis clientes. La autocrítica nos da una sensación de control. Con la autocompasión, muchos piensan automáticamente que perderían el control sobre sí mismos. Por eso es importante que entiendas el trasfondo teórico para que puedas aplicarlo con confianza en tu vida cotidiana.
Durante nuestras sesiones nos tomaremos tiempo para aclarar qué ocurre en tu interior cuando te críticas y qué cambia cuando desarrollas más compasión por ti mismo.
Los ejemplos y las imágenes son de gran ayuda. También haremos ejercicios especiales en los que te guiaré. Por ejemplo, ejercicios guiados de atención plena.
Estaré encantada de responder a cualquier otra pregunta que puedas tener
Si estás buscando un asesoramiento adecuado para tu situación y crees que más autocompasión podría hacerte bien. O si todavía tienes preguntas sobre éste u otros de mis enfoques, te ofrezco la primera consulta gratuita. Es una videollamada de 15 minutos para conocernos y revisar si en tu situación mi atención es idónea.