glücklich machen

"Cuando amas a alguien, le das todo, porque amar significa darlo todo"

¿Quién no ha oído alguna vez este dicho en alguna parte? Lo conoces por los libros y las películas y quizá te encantan las escenas en las que una pareja por fin se ha encontrado y ya puede ser feliz para siempre.

Sin embargo, también sabes que la realidad no es tan sencilla. A veces puede ser un verdadero reto "hacer feliz" a tu pareja. Claro que quieres su bien. Si está pasando por un momento difícil, quieres hacerle sentir que estás ahí para ofrecerle apoyo. Pero, ¿qué significa realmente "hacer feliz"?

Hay tantas suposiciones sobre cómo debe ser el amor que podemos confundirnos fácilmente. Uno de los supuestos más complicados es, sin duda, que nuestra pareja es responsable de nuestra felicidad y nosotros de la suya.

¿Nunca es suficiente?

Has escuchado de tu pareja algo así como:

- "Te ocupas primero de todo lo demás y luego de mí".

- "Me decepciona, pero probablemente no soy lo suficientemente importante para ti".

- "No soy una prioridad para ti, siempre soy el último".

Son comentarios poderosos. Si escuchas algo así, en un primer momento saltas y tal vez intentas de justificarte o disculparte. Quieres mostrar que, si estás ahí, pero nunca es suficiente.

Si no lo das todo, ¿no es amor?

"Si no haces esto y aquello, entonces no me quieres". Efectivamente, aquí hay un gran riesgo de manipulación: se confunde el amor con una responsabilidad paterna. Como si en pareja se deben cuidar igual que los padres a sus hijos. Pero tu pareja no es tu hijo.

Nuestro primer amor fue el que experimentamos de nuestros padres. Empezó en el vientre materno, donde recibimos todo lo que necesitábamos. Algunas teorías dicen que de adultos siempre queremos volver a donde obtuvimos todo lo que nos llenaba: calor, alimento y protección.

Así que un gran reto como adultos es aceptar que nunca volveremos a experimentar esta forma de amor.

Nunca sabrás lo que tu pareja necesita tan bien como ellos

Si alguien espera que los demás cuiden de él, también está perdiendo control. Estar a la expectativa provoca nerviosismo y frustración. Hace que alguien actúe más por miedo, quejándose o instando a su pareja a que finalmente haga algo.

Así que tiene menos que ver contigo y más con que tu pareja quien ha soltado el control que realmente tendría sobre su situación. Te pone en un lugar complicado porque tienes que adivinar lo que necesita el otro.

La responsabilidad personal es la mejor muestra de amor

Imagina que tu pareja te dice algo así como: "No te preocupes, yo me hago cargo de mí.". Hay algo liberador en eso, ¿verdad? Tu pareja se hace cargo de si también significa que puede decirlo si necesita algo.

El asesoramiento, ya sea solo o en pareja, tiene mucho que ver con reubicar la responsabilidad personal en ambos. Esto significa que, revisamos en conjunto, qué corresponde a quién.

Queremos insistir conscientemente en que cada uno tiene sus propias áreas y responsabilidades que no queremos confundir. Entonces, miramos con respeto qué pertenece a quién.

Responsabilidad personal no es egoísmo

La expectativa de ser salvados o protegidos sigue latente en nuestro interior. La traemos con nosotros desde la infancia. Es normal que todo el mundo se encuentre en algún momento en una situación en la que quiera ser rescatado por su pareja. La responsabilidad en cambio no surge de forma tan natural. Aprendemos la responsabilidad personal en función de cómo hemos sido socializados. A menudo se confunde con el interés propio o el egoísmo, porque implica cuidar primero de uno mismo.

Sin embargo, asumir responsabilidad sobre si mismo también significa pensar primero en uno mismo en situaciones críticas. Por ejemplo, empezando siempre con la pregunta ¿Cuál es mi responsabilidad en esta situación? ¿En qué me equivoqué yo aquí? ¿Qué puedo hacer en esta situación?

Que, la relación los ayude a crecer juntos

Cada uno es responsable de su propia felicidad y bienestar. Pueden compartir y motivarse mutuamente sobre los procesos y retos que están enfrentando. Pero son dos viajeros y cada uno lleva su propia mochila. Por el camino comparten sus experiencias del viaje. Nadie puede hacer el camino por el otro, su apoyo es su presencia y su compañía.

Si tienes más preguntas o buscas apoyo en tu situación, estaré encantada de ayudar.

 

Gemeinsam glücklich

es_ECEspañol de Ecuador