Cómo la conciencia plena se puede aplicar en la comunicación
Mantenerse en presencia plena en la comunicación es definitivamente la disciplina suprema de los ejercicios de conciencia plena, porque no estás solo. En este artículo, me gustaría compartir por qué sigue mereciendo la pena trabajar en ello.
En nuestras conversaciones cotidianas, solemos dejarnos llevar por la emoción
Wenn ein bestimmtes Thema im Raum steht, hat jeder seine Meinung dazu und teilt diese mit. Sind wir alle einer Meinung, läuft das Gespräch harmonisch ab. Sind wir unterschiedlicher Meinung, kann dies zu Debatten oder hitzigen Diskussionen führen. Manchmal ist das spannend und für viele eine Herausforderung, denn es geht darum, sich Gehör zu verschaffen. Mit den besseren Argumenten? Auch, aber meist auch mit der lauteren Stimme und dem offensiveren Auftreten.
Al final, no solemos estar mejor
Puede ocurrir que alguien que haya convencido a los demás salga como "vencedor" del debate. Pero muy a menudo las discusiones también acaban en frustración. Todos los participantes han intentado de ser lo más convincentes posible; al mismo tiempo, el mensaje de nadie ha sido entendido.
A menudo no escuchamos en las discusiones
Jeder Beteiligte ist mehr damit beschäftigt, seine Argumente darzustellen, um die anderen zu überzeugen. Das Recht haben ist oft wichtiger als das Verstehen. Gerade in Partnerschaften kann das sehr belastend sein, denn es kommt schnell zu einem Machtkampf, der die Partner distanziert – unabhängig davon, wie gut die Argumente sind. Das bedeutet, selbst wenn uns etwas wirklich wichtig ist, kommen wir mit der Debatte oft nicht ans Ziel, denn der Kontext ist nicht darauf ausgelegt, Verständnis zu erzeugen.
Mantener la atención no es fácil
Personalmente también me pasa. Sobre todo, cuando el tema o la persona con la que surge la discusión son especialmente importantes para mí. Me dejo llevar por la emoción de defenderme y me esfuerzo por convencer al otro. Las reacciones de defensa y lucha están profundamente arraigadas en nosotros; por eso es tan difícil mantenernos presentes con el otro en este momento. Es algo que practicar a diario y podemos acompañarnos en este proceso con paciencia.
¿Cómo practicar mindfulness en una conversación?
Hay dos formas de presencia durante la comunicación:
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Atención al proceso
Esto significa que, a través de la atención plena, me doy cuenta de cómo se desarrolla una conversación. No sólo estoy en la conversación, sino que también observo desde fuera cómo se desarrolla una discusión o una lucha de poder, por ejemplo. Desde fuera, no intento encontrar los mejores argumentos. Más bien me doy cuenta de lo productiva que es la conversación en general y puedo señalarlo o adaptar mis reacciones para que pueda desarrollarse una conversación más constructiva. Y aquí llegamos al segundo nivel.
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Atención al interlocutor
Esto requiere mi actitud y una decisión consciente de no atacarme ni defenderme. Significa seguir la corriente de la persona con la que hablo. Mi propia opinión no es tan importante al principio y eso es lo que lo hace tan difícil.
Sheila McNamee, Phd., eine amerikanische Therapeutin und Kommunikationsforscherin, nennt diesen Prozess „radikale Präsenz“. Radikal, weil wir in diesem Moment voll und ganz bei der anderen Person bleiben und diese besser verstehen wollen. Umso ferner uns ihre Argumente vorkommen, so McNamee, umso präsenter sollten wir bleiben. Präsent bedeutet in diesem Fall, interessierte Fragen zu stellen, die genau auf das eingehen, was der andere gerade sagt.
Lo que te dicen no tiene que convencerte
El hecho de que escuches a otra persona y le des espacio para expresar sus ideas no significa que después tengas que compartir su opinión. Es muy probable que mantengas tu opinión y eso no significa que la conversación no haya sido productiva. No esperemos que la presencia nos ponga de acuerdo. Nos permite entender y acercarnos, al dar espacio a diferentes posturas.
Se trata de construir una relación basada en el respeto y la confianza
Respeto el hecho de que pueda haber otras opiniones además de la mía, y confío en que los demás no opinan por maldad y, por tanto, quiero entender sus razones. Con esta actitud, espero también que mi interlocutor me dé el mismo espacio con respeto y confianza. No tengo ninguna garantía de ello, pero esta actitud más consciente debería abrir más oportunidades que un debate acalorado.
¿No se nos permite entonces tener una opinión?
El hecho de que no destaques tu opinión por el momento no significa que no puedas tener tu propia opinión. Puedes compartirla, pero no como tu verdad, sino como una posibilidad que presentas a la otra persona. La otra persona puede entonces decidir qué hacer con ella.
Presencia en la comunicación podría significar, por tanto, asegurarnos de que mantenemos un diálogo constructivo en pie de igualdad y que intentamos que esto sea posible.
En mi trabajo intento mantener esta postura. Quiero hacer preguntas y compartir ideas en lugar de dar consejos. Si tienes curiosidad y quieres saber más sobre esta forma de comunicación, no dudes de ponerte en contacto conmigo.