Empathie gemeinsam üben

... y ¿cuándo es apropiado?

Según el enfoque de la comunicación libre de violencia de Marshall Rosenberg, podemos desactivar automáticamente casi cualquier conflicto o ataque si conseguimos empatizar a pesar de todas las acusaciones. Esta forma de comunicación me ha ayudado en muchas situaciones, pero también ha habido momentos en los que me he dado cuenta después, que quizá fui demasiado empática durante demasiado tiempo.

Este artículo trata de lo que entiendo por preguntas empáticas y cuándo es apropiado según mi experiencia y cuándo no.

¿Qué significa preguntar con empatía?

La empatía se ha convertido en un tema muy popular. Yo mismo ya he escrito bastante sobre lo importante que es practicar empatía en la relación.

El cuestionamiento empático consiste en establecer una conexión con alguien haciéndole preguntas que ayudan a ti y al otro, a comprender mejor su situación.

Así intentas imaginar cómo debe ser la situación para la otra persona y le preguntas si tu suposición es correcta.

La empatía crea espacio para los demás y sus necesidades

Formulas tus preguntas como si, tienes una suposición sobre lo que puede estar pasando. La compartes con la otra persona y le preguntas si estás en lo cierto. He aquí un ejemplo:

Persona A: "Estoy cansada de conducir tanto, ya no quiero hacer nada".

Persona B (pregunta con empatía): "¿Estás cansado ahora mismo del largo viaje en el carro?"

Persona A: "Sí".

Persona B: "¿Te gustaría no tener que manejar tanto y durante tanto tiempo?".

Persona A: "Sí".

Persona B: "¿Te gustaría tener más energía cuando por fin llegues a casa? ¿Te gustaría pasar tiempo de calidad con tu familia cuando llegas?".

Persona A: "Sí. Sólo pienso que es una pena que pasemos tan poco tiempo juntos durante la semana y que no pueda estar tan presente como me gustaría".

La empatía aplaca el conflicto

Este ejemplo permite reconocer fácilmente cómo una situación de disputa potencial se desactivó automáticamente cuando una persona hizo preguntas a la otra sobre sus sentimientos. Ella quería entender mejor y juntos pudieron explorar con más detalle el trasfondo de la frustración.

En la gran mayoría de los casos, esta estrategia de "crear espacio" conduce a una conversación constructiva y profunda a partir de un sentimiento negativo. La empatía y la búsqueda de conexión son especialmente importantes a la hora de educar a los hijos, ya que les ayuda a comprender mejor sus propios sentimientos. Pero también en el contacto con clientes o empleados insatisfechos en el trabajo o al hablar con los padres, los amigos o la pareja; preguntar con empatía, en realidad, siempre ayuda.

Mantener la empatía no siempre es fácil

Puede ser más importante mantener la empatía en las situaciones más provocadoras porque es una forma de bajar la tensión de inmediato. En vez de ser corregido, la persona enojada o frustrada recibe comprensión. A ti mismo te ayuda a no asumir el enojo y no tomarlo personal. Pero claro, no es nuestra forma natural de reaccionar automáticamente y nos debemos recordar de ello. Implica reaccionar más intencional y menos reactivo.

La empatía necesita práctica

Especialmente en situaciones que nos provocan, es difícil mostrar empatía. También lo noto en mí mismo. Cuanto más personal se vuelve una conversación -digamos que alguien me critica directamente-, más rápido me pongo a la defensiva. Más tarde, me doy cuenta de que la situación habría sido más fácil de resolver con empatía.

Así que la empatía requiere práctica, porque para la gran mayoría de nosotros nunca ha sido nuestro comportamiento normal. Estamos más acostumbrados a tomarnos las cosas como algo personal y a ponernos a la defensiva.

Sé empático contigo mismo

Durante este proceso de práctica, también puedes mantener la empatía contigo mismo. Puedes repasar con calma las situaciones en las que te fue mal y pensar en cómo podrías hacer las cosas de otra manera la próxima vez. Esto te prepara. Sin embargo, no debes juzgarte. Hay situaciones que nos disparan o distraen.

¿Podemos ser también demasiado empáticos?

Cada vez oigo con más frecuencia - sobre todo en las relaciones de pareja- que también podemos ser demasiado empáticos. En este caso se refiere a una empatía unilateral, donde uno aprovecha la comprensión del otro sin mostrar mucha empatía por su parte.

Y sí, si volvemos al ejemplo de la persona A y la persona B, podría haber un desequilibrio si la persona B siempre está intentando conectar mientras que la persona A siempre se está quejando y se convierte en un ciclo de codependencia. Especialmente en las parejas, es importante que haya reciprocidad, porque ambos son igualmente responsables de la comunicación. (Esto es diferente en el caso de los padres, que siempre son responsables de la comunicación con sus hijos).

El problema no es la empatía

Lo ideal sería que trabajen juntos en su comunicación. Por ejemplo, que lean o se informan juntos para luego practicar haciendo preguntas empáticas en pareja. Pero incluso si estás solo e intentas mejorar tu comunicación, no hay peligro en ser DEMASIADO empático. El problema radica más bien en que confundimos empatía con cooperación. Que seas empático no significa que tengas que estar de acuerdo con todo. Intentar comprender las necesidades de tu pareja no significa que seas responsable de satisfacerlas.

Siempre puedes seguir siendo empático

Se trata de crear un espacio para la otra persona y desactivar un posible conflicto de forma constructiva. No se trata de que resuelvas el problema con empatía. Tu pareja es responsable de encontrar una solución. Puede pedirte ayuda, pero entonces tú también estás ahí con tus propias necesidades y límites y puedes decidir cómo puedes y quieres apoyarle.

¿Quieres trabajar en tu comunicación como pareja o actualmente no estás seguro sobre como va la comunicación con tu pareja? Entonces te invito a ponerte en contacto conmigo y podemos discutir este tema más a fondo en el asesoramiento.

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