Afrontar la soledad como expat

Si vives fuera de tu país de origen, ya sea solo o en pareja, con el tiempo llegarán momentos en las que sientes que cuentas únicamente contigo mismo. Por un lado, se trata de un reto importante del que puedes aprender mucho. Por otro, es posible que te llegas a sentir muy solo en esas situaciones.

 

Aquí comparto algunas experiencias personales y ejemplos de mi práctica que espero te sean útiles en tu situación.

 

Emigrar también significa dejar atrás

 

La vida en otro país puede ser muy emocionante, pero a menudo también es solitaria.

Especialmente cuando emigramos de adultos, dejamos muchas cosas atrás. Las amistades y las redes sociales importantes a veces las damos por sentadas mientras están ahí. En realidad, son tesoros que se han ido construyendo y consolidando a lo largo de los años y que te dan un importante punto de apoyo en tu vida. Si has decidido dejar tu lugar de origen, dejas atrás estos tesoros y, de alguna manera, tienes que empezar de nuevo.

 

El nuevo comienzo forma parte de la aventura

 

Para quienes han decidido emigrar, dejar atrás sus redes familiares suele formar parte de la aventura. Muchos lo consideran un paso importante en su desarrollo personal, pero precisamente por eso no es fácil. Para ellos lo ideal sería enfrentar la experiencia de desprendimiento para ganar confianza y fortaleza personal. Pero, ¿de qué depende?

 

- La soledad en el extranjero afecta a todos en algún momento

 

Muchas personas me preguntan si quizás han hecho algo mal porque a veces se sienten muy solas. Una de sus razones para emigrar fue también el deseo de expandirse, es decir, de conocer nuevas personas y ampliar su círculo de amigos y conocidos. A menudo olvidamos que nuestras amistades más íntimas se han ido forjando a lo largo de los años y que es bastante normal que lleve tiempo formar nuevas amistades íntimas. Además, aún no estás familiarizado con los códigos culturales de tu nuevo país de adopción y probablemente nunca lo estarás. Entender eso puede ser muy frustrante.

 

- Hacer nuevos amigos en la edad adulta suele ser más difícil

 

Mucho de lo que nos resulta difícil en el extranjero probablemente sería igual de difícil en casa en este momento de tu vida. Hacer amigos en la edad adulta es sin duda un reto. Ya no estamos en el mismo entorno "escolar" en el que automáticamente nos encontramos a diario con un gran grupo de compañeros, muchos de los cuales incluso tienen intereses similares. Los sentimientos de soledad entre los adultos suelen ser muy comunes en general.

 

– Las amistades y las relaciones familiares tienen un significado diferente según la cultura

 

Vivir en otro país es diferente en todos los aspectos. No solo en el supermercado no se encuentran las mismas cosas. Las personas y su forma de relacionarse varían mucho según la cultura. En amistades predominan diferentes valores. Lo que la gente de tu país de elección imagina que es la amistad y lo que espera de sus amigos puede ser diferente de lo que esperan en tu país de origen. Esto puede dar lugar a malentendidos involuntarios.

 

Consejos de mi consulta para afrontar estos retos:

 

- En la edad adulta, a veces tenemos que proponernos hacer amigos

No te encontrarás en tantas situaciones espontáneas con gente afín como cuando eras joven o estudiante. Intenta de aprovechar cada situación que se te presenta. Por ejemplo, cuando empieces un nuevo hobby o participas en un taller. Muchas personas son más abiertas de lo que crees, porque sienten lo mismo. Lo que pasa es que todos tenemos miedo de dar el primer paso.

 

- Amistades cercanas requieren tiempo

A veces uno no tiene la sensación de poder desarrollar una amistad íntima al principio, pero si mantienes contacto, llegarán a conocerse mejor y a compartir cada vez más experiencias. Las amistades también se desarrollan a través de experiencias e historias compartidas que tienen que suceder primero.

 

- Encuentra tu comunidad de expats

Conocer a otras personas con retos similares es la mejor forma de combatir la soledad. Casi siempre hay otras personas a tu alrededor que están pasando por una situación similar y hablar de ello puede ser muy curativo. Solo porque vives en otro país no significa que tienes que adoptar TODO de este lugar. También eres extranjero y tener contacto con otros extranjeros debería ser parte de tu realidad.

 

- Cuida las amistades de tu país de origen

Que ya no viven en el mismo país no significa que ya no pueden tener las mismas conversaciones. Tal vez ya no están tan involucrados en sus vidas diarias, pero pueden seguir compartiendo experiencias, riéndose juntos y escuchándose.

 

- La idea de amistad puede cambiar

Hay amigos muy cercanos con los que nos sentimos muy conectados, pero esos por lo general son pocos. No toda amistad tiene que ser íntima. Puede haber otras amistades: Amigos de pasatiempos, amigos del vecindario, amigos para salir de fiesta. No todos los amigos tienen por qué satisfacer las mismas necesidades, ni podemos esperar lo mismo de todos.

 

- En soledad, sé tú mejor compañero

 

La soledad puede provocar vergüenza. Muchas personas creen que si se sienten solas es porque no son queridas, y esto hace que estar solo sea aún más difícil. Date cuenta de que es completamente normal tener momentos en los que estás solo. En general, es difícil tener siempre cerca a alguien que te comprenda. Piensa en lo que te gusta hacer cuando estás solo. Sobre todo, si vives en otro país, hay muchas cosas que no quieres hacer solo, pero que podrías hacer.

 

Cuestiónate también si nadie puede realmente estar contigo en este momento

 

Si pensamos detenidamente a quién conocemos y cómo estamos conectados, siempre se nos ocurrirá alguien a quien podríamos llamar. Sólo que a veces hay que esforzarse un poco para dar el primer paso.

 

Personalmente y en mi trabajo estoy muy familiarizada con estas situaciones y encantada de apoyarte. Si sigues teniendo dudas o te das cuenta de que la soledad puede estar venciéndote, el apoyo profesional puede ser un buen comienzo para recuperar motivación y perspectiva en tu viaje.