El término "relación tóxica" se ha puesto muy de moda
El término "relación tóxica" se ha puesto muy de moda. Las redes sociales están llenas de pistas sobre cuándo una relación es tóxica. La abundancia de información puede llevar fácilmente a la confusión. En mi práctica, he comprobado que muchos se identifican con situaciones que son etiquetadas como tóxicas por influencers en redes sociales o en diversos podcasts. Al mismo tiempo, las discusiones forman parte de toda relación y también contribuyen al crecimiento mutuo. Entonces, ¿cómo se puede reconocer si una dinámica de relación es sana o no,y cuándo se puede trabajar en ella?
¿Existen realmente las relaciones tóxicas?
Una relación podría describirse como tóxica si ambos, pero a menudo sólo uno de los dos, sufren en la dinámica de la relación. Esto puede afectar la salud mental o física del individuo de severamente. Las relaciones insanas existen, quizá más de lo que pensamos, y a menudo se subestima su impacto negativo en nuestro bienestar general. Por eso es importante hablar de ello. Sin embargo, si sólo observamos las llamadas BANDERAS ROJAS, es decir, las señales de alarma que tan a menudo se mencionan, como el Gaslighting, la falta de empatía, las reacciones impulsivas, etc., entonces empezamos a tener dudas sobre casi todas las parejas en algún momento.
El término "tóxico" suele elegirse prematuramente
Nadie puede reaccionar siempre con total empatía. Durante un argumento es común que entramos primero en conflicto con nosotros mismos y nos ponemos a la defensiva. Cuando se está en esta situación, no es tan fácil reconocer si los conflictos pueden ser oportunidades de crecimiento o si se trata de señales de alarma definitivas. Si siempre asumimos inmediatamente que el comportamiento de nuestra pareja es tóxico, ya no escuchamos con atención y, en cierto modo, nosotros mismos somos tóxicos.
Siempre me remito a tres principios
Definitivamente, no quiero ofrecer aquí la solución perfecta al problema. Me interesa más un cambio de perspectiva. De los aspectos negativos (es decir, las señales de alarma) a los recursos, o lo que es esencial para una relación sana según mi experiencia. Independientemente de si estás en una relación tóxica o no, estos aspectos son pautas que te muestran si es necesario trabajar más activamente en la relación.
¿Qué es de la confianza?
La persona con la que estoy debe ser alguien en quien pueda confiar y que confíe en mí. Cuando confío, me siento seguro y puedo expresarme libremente sin miedo a ser juzgado o despreciado por lo que pienso o siento. Cuando mi pareja confía en mí, habla con libertad y sinceridad. Hay espacio para la individualidad de cada persona.
El nivel de confianza en una relación también puede empezar a tambalearse. Independientemente de si la dinámica de su relación es tóxica, ambos deben mostrar la voluntad de trabajar activamente en la confianza mutua.
¿Hay respeto mutuo?
¿Tienes la sensación de que tu pareja te respeta? ¿Conoce y respeta tus límites? ¿Pregunta en lugar de exigir? ¿Te habla de igual a igual y acepta que tengas una opinión diferente? Confianza y respeto van de la mano y se complementan. Si me siento respetado, puedo confiar más fácilmente. Si experimento confianza, me resulta más fácil seguir siendo respetuoso. El respeto y la confianza garantizan que seamos tratados como seres humanos dignos e iguales. Esta debería ser la base de toda relación interpersonal.
A pesar de la confianza y el respeto, pueden producirse malentendidos
Somos humanos y a menudo reaccionamos por viejas heridas. Puede que haya habido momentos en nuestra vida en los que no hayamos experimentado respeto o confianza, y esto nos hace ponernos a la defensiva en las discusiones. Los malentendidos en una relación pueden activarnos con especial fuerza, ya que nos devuelven al contacto con nuestras experiencias de apego de la infancia. Las reacciones de protección aprendidas pueden llevarnos a desconfiar o a reaccionar de forma hiriente.
El tercer principio: ambos asumen su responsabilidad
Nunca podremos deshacer lo que se ha hecho mal, sólo podemos pedir disculpas, mostrar comprensión y asumir responsabilidades. Esto significa hacer cambios claros y extraer consecuencias de la experiencia. Mostrar la voluntad de trabajar sobre nosotros mismos para construir una relación segura para ambos. Si existe esta voluntad en cada individuo, siempre hay esperanza.
¿Todavía tienes dudas?
Si te encuentras en una situación en la que tienes muchas dudas y te cuesta juzgar lo que te pasa, siempre es mejor que alguien vea la situación contigo desde fuera. Compartimos la responsabilidad en cada situación, pero eso no significa que siempre podamos o debamos resolverla solos.