¿Alguna vez te has sentido atraído por alguien y no has entendido por qué? Oigo hablar mucho de esto en terapia. Mis clientes describen lo sorprendidos que están de sí mismos. Suelen estar totalmente enamorados. No sólo de la persona, sino por la experiencia de estar con ella, aunque nunca lo hubieran imaginado.
Atracción inesperada: ¿Cómo se produce?
Nuestros sentimientos y emociones son complejos. A menudo son el resultado de una combinación de muchos factores. No sólo biológicos y psicológicos, sino también sociales. Muchos factores desempeñan distintos papeles:
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Atracción biológica:
Evolutivamente, solemos sentirnos atraídos por personas que poseen rasgos que percibimos como saludables o reproductivamente ventajosos. Estas características pueden desencadenar en nosotros reacciones inconscientes que no parecen lógicas a primera vista.
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Factores psicológicos:
Nuestras experiencias y nuestro subconsciente desempeñan un papel importante en la selección de pareja. A veces nos sentimos atraídos por personas que reflejan inconscientemente nuestras experiencias infantiles o conflictos no resueltos. Estos patrones pueden ser tanto positivos como desafiantes.
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Influencias sociales:
La sociedad y la cultura en la que vivimos también influyen en quién percibimos o deberíamos percibir como atractivo. Los medios de comunicación, los amigos y la familia pueden conformar expectativas e ideales que influyen en nuestra elección de pareja.
¿Cuándo se produce este fenómeno?
El «cuándo» es tan interesante como el «por qué». La atracción inesperada usualmente suele producirse en periodos de transición o crisis, cuando las personas buscan cambios o nuevas experiencias. Algo ha cambiado en su interior o anhelan un cambio. Estos momentos de incertidumbre o crecimiento pueden abrir las puertas a nuevas posibilidades y hacer que veamos a las personas bajo una luz diferente.
En «The State of Affairs», Esther Pereldescribe cómo nos sentimos atraídos por las personas en determinados momentos de la vida porque tienen algo que a nosotros nos hace falta por esta etapa de vida. O porque la persona en la que nos hemos convertido -o la persona que fuimos y ahora echamos de menos- se identifica con algo que de alguna manera personifica a la persona que nos atrae. Una locura, ¿verdad?
La atracción puede enseñarnos
En realidad, el fenómeno de la atracción nos enseña más sobre nosotros mismos que sobre la otra persona. Lo importante es mantener la mente abierta y hacerse preguntas durante la experiencia. Por ejemplo: ¿Qué tiene esa persona que a mí me gustaría tener? ¿Qué veo o siento aquí que me falta actualmente en mi vida? ¿Con qué me identifico, a pesar de las grandes diferencias? Independientemente de que la relación sea permanente o sólo un encuentro fugaz, contribuye a nuestro crecimiento personal y autoconocimiento.